'Héléna': Amor imposible, vida imposible
Las historias de amor que nos han contado desde siempre tendieron a la perfección, a tener un final tan feliz como improbable. Y el amor es de todo menor perfecto. Jim y Lounis Chabane firman este cómic en el que se aborda el amor como posibilidad de fracaso y motivo de amargura.
'Héléna' es un cómic que habla de
la imposibilidad de amar sin que te amen, de cómo los seres humanos buscamos
refugios de todo tipo para escondernos de una realidad tan antigua como las
personas: nadie es querido con la intensidad deseada, en el momento oportuno,
ni por la persona que más feliz nos haría. Nadie reconoce que el amor es motivo
de enormes y repetidos fracasos. Nadie reconoce que sentimos vértigo, mucho
miedo, ante la falta de amor o frente a un amor no correspondido.
Jim, guionista del cómic, nos
lleva por sendas que nos interesan mucho a todos por ser universales y válidas
en cualquier momento. También hace alguna trampa narrativa para enganchar a
lector, pero se le perdona puesto que el conjunto es bueno. Llena de giros la
trama, trata de sorprender y tira de la cuerda al máximo provocando que la
acción se coloque en el límite de la credibilidad. En algún momento, es mejor
fingir que no tenemos en cuenta algunas de las cosas que suceden; en algún
momento es mejor no preguntarse por algún aspecto de la historia. Porque, en
realidad, está muy bien. A pesar de esa tendencia a la exageración con las
cosas del azar, el resultado está muy bien.
El dibujo de Lounis Chabane es
precioso. Detallista, de trazo fino y más que agradable para el lector, lleno
de expresividad (los personajes parecen poder decir cosas con el gesto, con la
mirada). Es un dibujo realista que matiza mínimamente las cosas. La pena es que
el formato del cómic es mucho más pequeño de lo deseable. Con ese tamaño de
caja no se puede disfrutar de la cantidad de detalles que nos ofrecen.
'Héléna' es un tebeo que puede
gustar a muchos porque lo que cuenta, en esencia, nos pasa alguna vez a todos.
Es muy agradable de leer y nos recuerda que, casi siempre, es más difícil
dejarse querer que amar sin condiciones. Somos así.
0 comments