'Nostalgia de Charlie Parker': Buena parte de la historia del jazz
Este libro se publicó, por
primera vez, el año 1962. En 2009, la editorial Globalrhythm, con traducción de
Ferran Esteve, lo rescataba para los aficionados españoles.
Robert George Reisner, el autor,
trabajó duro para recopilar los ochenta y un testimonios de amigos, familiares
o amantes del mítico Charlie Parker. Con ellos se nos ofrece un dibujo enorme
de lo que fue este genio del jazz, este músico que saltó al vacío y arrastró a
todos los jazzmen del mundo. Hubo que reinventar la música.
Pero, también, ese dibujo
pertenece a una época en la que el mundo cambiaba muy rápidamente. Los negros
se alzaban frente los blancos y una de las mejores maneras de hacerlo consistió
en hacer una música inaccesible para ellos. Además, en el plano musical, la
esencia del jazz estaba en peligro puesto que las acomodadas bandas lideradas
por blancos convertía esa música en algo que poco tenía que ver con lo que era.
Ted Joans, Art Farmer, Max Roach,
Charles Mingus o Miles Davis son algunos de los que hablan sobre 'Bird'. Desde
cerca, de primera mano, con testimonios y opiniones que van del reproche a la
imagen evocadora de lo que Parker representó en sus vidas. Charlie Parker murió
en marzo de 1955. Atormentado, destrozado por las drogas, habiendo vagado por
un mundo que le resultaba ajeno y hostil. Pero dejó, tras de sí, una revolución
musical que muy pocos artistas han conseguido en la historia de la música. Un
cambio que afectó a directores de cine, novelistas y poetas.
Todo lo que tiene que ver con
Parker parece estar revestido de oscuridad, de sufrimiento y amargura. Sin
embargo, no es cierto. Si algo bueno tiene 'Nostalgia de Charlie Parker' es que
esa idea se desmonta de una vez por todas. El contrabajista Gene Ramey dice lo
siguiente (página 216): «Bird hacía que todos subieran encantados al escenario, porque Charlie era un mago a la hora de transmitirnos mensajes musicales, y hacía que nos partiéramos de risa. [...] Cuando salíamos a dar una vuelta en coche
en nuestros ratos libres, a veces tomábamos caminos rurales y mirábamos los
árboles y veíamos las hojas caer de las ramas; 'Bird' encontraba notas para
explicar todos aquellos fenómenos que nos ofrecía la naturaleza». Esto es lo
que debe quedar de Parker y no su drogadicción o sus problemas mentales
(seguramente producto de su sentimiento de rechazo).
Tal vez, este libro no sea la
historia de Charlie Parker. Tal vez este libro sea buena parte de la historia
del jazz.
G. Ramírez
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