Un par de cómics para leer durante el verano

by - julio 31, 2024

En estos días de verano, leer debería ser una prioridad para todos. Estos días nos ceden un tiempo del que, salvo en contadas ocasiones, muchos no disponemos con frecuencia. Y el cómic es una opción como cualquier otra. Estos son dos ejemplos de tebeos que no suelen fallar.

Chinos andaluces en Andalucía

No terminamos de entender que algunas personas que lucen rasgos orientales son españoles, hablan un perfecto castellano con el acento que corresponda, comen jamón y votan en las elecciones. Son los auténticos y genuinos chinos cañí.

Quan Zhou Wu nació a bordo de un taxi en Algeciras aunque eso de viajar gratis toda la vida queda para los que lo hacen en un barco o en un avión. Los de los taxis pagan como cualquier hijo de vecino. Se crio en un pueblo de la Costa del Sol malagueña. Dibuja más que bien y tiene un desarrollado y maravilloso sentido del humor. Tanto es así que decidió publicar un cómic para contar su vida. Y, de paso, la de sus familiares y conocidos: ‘Gazpacho andaluz, una autobiografía chino-andaluza’ (Astiberri, 2015).

Nos encontramos con una realidad muy china. Los padres de la dibujante son el arquetipo de inmigrante chino, ese que todos tenemos en la cabeza. La madre quiere casar a sus hijas con un chino adinerado, quiere que coman comida china; quiere ganar más dinero que nadie, sufrir más que cualquiera y ser la más trabajadora (para presumir de ello y eso). Pero, también nos encontramos con una exageración andaluza superlativa al narrar y al dibujar. La autora es una china española de los pies a la cabeza.

Las cosas que cuenta Quan Zhou Wu son divertidísimas. Amores y desamores de adolescentes; desastres adolescentes; estúpida rebeldía adolescente o la muerte de un hámster a manos de una preadolescente. Muerte accidental, todo hay que decirlo. Y las cosas de las madres. También las cuenta, sí.

‘Gazpacho andaluz, una autobiografía chino-andaluza’ se lee muy fácil, con una sonrisa. Ayuda a comprender algo mejor a los chinos que tenemos instalados en nuestra sociedad desde hace ya muchos años. Y a los andaluces, también.


El mundo a ritmo de jazz

Los años 30 estuvieron marcados por el creciente fascismo en Europa; por la Guerra Civil en España; por las dificultades económicas y el ‘New Deal’ de Franklin D. Roosevelt, por el creciente antisemitismo que terminaría con el Holocausto más perverso y terrible que pueda nadie imaginar. Y por la música jazz. El jazz influiría decisivamente en el desarrollo de las sociedades. Por ejemplo, la segregación en Norteamérica comenzó a ceder en favor de la igualdad entre negros y blancos dado que los escenarios comenzaron a llenarse de músicos y cantantes inigualables.

‘Fats Waller’ es un cómic extraordinario. El personaje principal es Thomas ‘Fats’ Waller, un músico irrepetible que hizo bailar y disfrutar de la música a millones de personas en todo el mundo. Desde un cardenal católico hasta el presidente de EE. UU.; desde Picasso a Marlene Dietrich. La música de ‘Fats’ Waller era reconocida en cualquier lugar, en cualquier estrato social.

Por las viñetas diseñadas y dibujadas por Igort pasan personajes como Louis Armstrong, Earl Himes o Art Tatum. Se logra intuir el tono que se vivía en la época gracias a que el dibujante aleja el foco y deja que veamos con amplitud. Así, de paso, el ritmo del relato se hace más pausado. El tono sepia de las páginas nos arrastra a esa década que tanto cambió el mundo.

Los textos de Sampayo son exactos y nos invitan a conocer a los personajes en su esencia con muy poca cosa. Sampayo sabe de lo que habla en este trabajo y se siente como pez en el agua.

La edición de Sins Entido es fabulosa. Más cuidada es imposible.

La figura de Thomas ‘Fats’ Waller es irrepetible. Su música fue escuchada por mucha más gente de la que la suposición más favorable pudiera hacer. ‘Fats’ Waller murió congelado en el vagón del tren en el que viajaba solo. Un fallo en el sistema de refrigeración fue la causa. El bueno de ‘Fats’ estaba como una cuba y no pudo reaccionar ante la bajada intensa de la temperatura.

Asesinatos, huidas, planes malévolos, golpes del destino, mujeres fatales y música jazz, rezuman en cada viñeta. Este es un tebeo que puede leer cualquiera con la garantía de que gustará. Es delicioso.

G. Ramírez

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