‘Al servicio secreto de su Majestad’: James Bond al descubierto

by - junio 03, 2024

 

Ian Fleming.

Todo lo que somos tiene una explicación, somos lo que somos porque tenemos un pasado; otra cosa bien distinta es que no sepamos encajar esto o aquello en el puzle o que no conozcamos las cosas en profundidad y no podamos llegar a conclusiones acertadas. Y eso mismo sucede con los personajes de novela. No podemos entender qué les sucede si no tenemos la información suficiente. Un problema bastante habitual que los autores resuelven pocas veces y de bastante mala manera. El caso de Ian Fleming es extraño ya que dosificó la información en las tramas que presentó y dejó perfilado un personaje sorprendente, profundo y singular. James Bond.

El año 1963, después de haber presentado, en varias novelas en varias novelas, a James Bond como un hombre duro, cínico, misógino, machista, criminal y cosas por el estilo o peores, Ian Fleming se decidió por enseñarnos aspectos desconocidos del agente secreto más famoso de la historia del espionaje mundial. De pronto, James Bond se dibuja con trazos humanos, es capaz de amar, de emocionarse, de pensar en una vida futura y en compañía de alguien a la que amar. Bond estalla en mil pedazos y se deja ver, sus aristas se muestran de extremo a extremo sin que quede escondido detalle alguno, la zona que echamos de menos tantas veces se nos presentan sin complejo alguno. Maravilloso.

‘Al servicio secreto de su Majestad’ es una novela muy emocionante. Son dos las historias las que se cuentan. Una de ellas indaga en esa faceta desconocida del personaje principal. La otra se arrima a una de las misiones de 007 como agente secreto del MI5 británico. En este caso, Ernst Stavro Blofeld, villano de la saga, toma importancia máxima y termina teniendo gran trascendencia en la primera.

Fleming dosifica magistralmente las tensiones narrativas, nos regala giros inesperados en la acción que se van explicando unos a otros y, sobre todo, presenta a James Bond y a su amada Tracy de una forma efectiva a más no poder. La mujer sirve de contrapunto a lo que es 007 y nos permite descubrir todo aquello que nos facilita encontrar al verdadero Bond.

Si una novela de Fleming merece la pena es esta. Es en la que se busca la literatura más auténtica sin tener que recurrir a tramas espectaculares o a escenas violentas en exceso, por ejemplo. La escena final es extraordinaria en todos los sentidos. Una lección magistral de literatura.

Calificación: Excelente.

Tipo de lectura: Fascinante.

Tipo de lector: Amantes de la saga Bond, claro. Pero los que quieran leer una buena novela tienen una oportunidad magnífica de no equivocarse.

Argumento: Bond es humano.

Personajes: Dibujados con mimo y profundidad envidiables.

¿Dónde puede leerse?: En algún lugar de Suiza, cerca de los Alpes.

G. Ramírez

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