‘Al servicio secreto de su Majestad’: James Bond al descubierto
Ian Fleming. |
Todo lo que somos tiene una explicación, somos lo que somos
porque tenemos un pasado; otra cosa bien distinta es que no sepamos encajar
esto o aquello en el puzle o que no conozcamos las cosas en profundidad y no
podamos llegar a conclusiones acertadas. Y eso mismo sucede con los personajes
de novela. No podemos entender qué les sucede si no tenemos la información
suficiente. Un problema bastante habitual que los autores resuelven pocas veces
y de bastante mala manera. El caso de Ian Fleming es extraño ya que dosificó la
información en las tramas que presentó y dejó perfilado un personaje
sorprendente, profundo y singular. James Bond.
El año 1963, después de haber presentado, en varias novelas en varias novelas,
a James Bond como un hombre duro, cínico, misógino, machista, criminal y cosas
por el estilo o peores, Ian Fleming se decidió por enseñarnos aspectos
desconocidos del agente secreto más famoso de la historia del espionaje
mundial. De pronto, James Bond se dibuja con trazos humanos, es capaz de amar,
de emocionarse, de pensar en una vida futura y en compañía de alguien a la que
amar. Bond estalla en mil pedazos y se deja ver, sus aristas se muestran de
extremo a extremo sin que quede escondido detalle alguno, la zona que echamos
de menos tantas veces se nos presentan sin complejo alguno. Maravilloso.
‘Al servicio secreto de su Majestad’ es una novela muy
emocionante. Son dos las historias las que se cuentan. Una de ellas indaga en
esa faceta desconocida del personaje principal. La otra se arrima a una de las
misiones de 007 como agente secreto del MI5 británico. En este caso, Ernst Stavro
Blofeld, villano de la saga, toma importancia máxima y termina teniendo gran
trascendencia en la primera.
Fleming dosifica magistralmente las tensiones narrativas,
nos regala giros inesperados en la acción que se van explicando unos a otros y,
sobre todo, presenta a James Bond y a su amada Tracy de una forma efectiva a
más no poder. La mujer sirve de contrapunto a lo que es 007 y nos permite
descubrir todo aquello que nos facilita encontrar al verdadero Bond.
Si una novela de Fleming merece la pena es esta. Es en la
que se busca la literatura más auténtica sin tener que recurrir a tramas
espectaculares o a escenas violentas en exceso, por ejemplo. La escena final es
extraordinaria en todos los sentidos. Una lección magistral de literatura.
Calificación: Excelente.
Tipo de lectura: Fascinante.
Tipo de lector: Amantes de la saga Bond, claro. Pero los que
quieran leer una buena novela tienen una oportunidad magnífica de no
equivocarse.
Argumento: Bond es humano.
Personajes: Dibujados con mimo y profundidad envidiables.
¿Dónde puede leerse?: En algún lugar de Suiza, cerca de los
Alpes.
G. Ramírez
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